Sin acción no hay avance

Necesitamos recuperar el ritmo y superarlo, ojalá todos juntos. Esto se logra con personas resilientes y mi apuesta es que tú puedes ser una de ellas. Tú puedes ser punto de partida, tú puedes ser referente de lo posible. Tú puedes dar un paso hacia adelante e inspirar a los que te rodean.

Hemos pasado meses de zozobra, de enfrentarnos a situaciones nuevas inesperadas. Hemos experimentado de manera más intensa emociones como el miedo, la ansiedad y la impotencia. Hemos usado tapabocas, hemos aceptado el distanciamiento social. Hoy pienso que, ante esto, debemos darnos cuenta que lo que no podemos asumir es taparnos también los ojos. Tenemos que mirar al frente y encontrar cómo seguir. Tampoco podemos distanciarnos tanto que nos hagamos indiferentes.  

La invitación para lograrlo es que cada uno se observe a sí mismo, no al otro. Cada uno haciendo su propio trabajo personal. 

Para que despiertes y fortalezcas tu ser resiliente hay un punto partida muy importante: acepta lo que no puedes controlar, lo que ya ES, la realidad que se convierte en el punto de partida –a propósito ¿cuál es la diferencia entre aceptar y resignarse?–; asume responder desde lo que sí puedes controlar, desde lo que eres, desde lo que tienes y desde lo que puedes aportar; asegura llevar a la acción, no solo tus reacciones sino ante todo las posibilidades con las que eliges responder. 

Sin acción no hay avance.

¿A qué estás dispu